Trasplantes

Un trasplante es el proceso en el que se transfiere un tejido u órgano, de su sitio original a otro diferente y que continúe con su funcionamiento. Esto puede ser dentro de una mismo individuo, o de un individuo a otro. El objetivo es restaurar las funciones perdidas, sustituyendolas por órganos y tejidos sanos.

¿Qué tipos de trasplantes existen?

Autotrasplantes o autoinjertos

Se utiliza el tejido de la misma persona, en otras palabras, el donador y receptor son la misma persona.

Isotrasplantes

Se realiza entre gemelos idénticos o univitelinos, es decir, es cuando el donador y el receptor son genéticamente idénticos.

Homotrasplantes o alotrasplantes

Donador y receptor son de la misma especie, pero su genéticamente son distintos.

Heterotrasplantes o xenotrasplantes

Sucede con cuando el trasplante es entre especies distintas o con órganos artificiales.

¿Por qué una persona puede necesitar un trasplante?

Un trasplante es el último recurso de tratamiento,  es considerado cuando todas las opciones  han fallado o no hay otras opciones de tratamiento.

Una persona que requiere un trasplante suele ser porque vive con un órgano con alguna falla grave o tiene una disfunción irremediable.

Algunas condiciones que pueden causar esto son:

Enfermedades crónico degenerativas

Enfermedades congénitas

Cáncer

Infecciones severas

Enfermedades autoinmunes

Accidentes y traumas

¿Qué cuidados debe tener una persona después de recibir un trasplante?

Aunque los cuidados específicos pueden variar dependiendo el órgano trasplantado y la condición general del paciente, de manera general debemos recordar lo siguiente:

Asistir a las citas de seguimiento con el médico

Es fundamental para monitorear la salud del órgano trasplantado y la salud general del paciente.

Tomar medicamentos inmunosupresores o antirechazo diariamente

Es importante realizarlo de acuerdo a la dosis recomendada y con los horarios sugeridos.

Seguir las recomendaciones de el equipo médico

Esto incluye realizarse las estudios de laboratorio recomendados.

Llevar un estilo de vida saludable

Esto incluye llevar una alimentación adecuada, realizar actividad física y evitar consumo de alcohol y tabaco.