Un trasplante es el proceso en el que se transfiere un tejido u órgano, de su sitio original a otro diferente y que continúe con su funcionamiento. Esto puede ser dentro de una mismo individuo, o de un individuo a otro. El objetivo es restaurar las funciones perdidas, sustituyendolas por órganos y tejidos sanos.
Se utiliza el tejido de la misma persona, en otras palabras, el donador y receptor son la misma persona.
Se realiza entre gemelos idénticos o univitelinos, es decir, es cuando el donador y el receptor son genéticamente idénticos.
Donador y receptor son de la misma especie, pero su genéticamente son distintos.
Sucede con cuando el trasplante es entre especies distintas o con órganos artificiales.
Un trasplante es el último recurso de tratamiento, es considerado cuando todas las opciones han fallado o no hay otras opciones de tratamiento.
Una persona que requiere un trasplante suele ser porque vive con un órgano con alguna falla grave o tiene una disfunción irremediable.
Algunas condiciones que pueden causar esto son:
Aunque los cuidados específicos pueden variar dependiendo el órgano trasplantado y la condición general del paciente, de manera general debemos recordar lo siguiente:
Es fundamental para monitorear la salud del órgano trasplantado y la salud general del paciente.
Es importante realizarlo de acuerdo a la dosis recomendada y con los horarios sugeridos.
Esto incluye realizarse las estudios de laboratorio recomendados.
Esto incluye llevar una alimentación adecuada, realizar actividad física y evitar consumo de alcohol y tabaco.
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